Queridxs lectorxs,
Ha pasado mucho tiempo, lo sé, soy consciente, pero como siempre, os traigo chicha de la buena y os prometo que merecerá la pena la espera.
¿Cómo llegué yo hasta la saga Willow Creek? Pues como siempre, investigando las novedades que traen los principales puntos de compra literaria. La sinopsis me llamó bastante la atención, porque claro, ¿¡a quién no le gusta un Un nuevo comienzo plagado de enemies-to lovers, y una feria medieval!? Soy historiadora del arte, lo siento chicxs, me tira lo que me tira.
Es curioso, porque tenía muchas ganas de leerlo y al principio me llevé una tremenda decepción. Sí, así es. Me parecía flojo, ligeramente aburrido, pero había algo que me daba tanta curiosidad que no podía dejar de leer para saber más. ¿He dicho algo? Bueno, más bien, alguien.Efectivamente, estoy hablando de Simon. Me parecía de los personajes más misteriosos y repelentes que he visto nunca. A Emily le cogí cariño enseguida, me sentí identificada con ella al instante. Misma edad, mismos pensamientos impuros, misma preocupación por la familia, misma relación con su hermana… Parecía que alguien había escrito el libro utilizándome como protagonista. Pero ¿Simon? Serio, cuadriculado, insufrible, aburrido, recto… y encima profesor. No tengo nada en contra de los profesores, les adoro, pero jamás había leído un libro cuyo protagonista fuera profesor, y estamos más acostumbradas a estar del otro lado, del de el alumnado. Como veis, el combo perfecto para odiarle. Pero aún así, no podía dejar de intentar descifrarle psicológicamente hablando. ¿De qué va este tío? ¿Por qué trata así a Emily? Los demás personajes dicen que es buena persona, pero yo no lo veo, ¿por qué? La autora no quiere que lo vea todavía, pero algo hay ahí y quiero saber qué es, qué está pasando con este muchacho.
Todo esto me llevó a pasar del segundo capítulo, le di una oportunidad entendiendo que la escritora era “nueva”, que era su primera novela publicada, que estaría un poco verde… Pero todos estos prejuicios se esfumaron de golpe conforme continuaba leyendo. Una feria medieval, con un auténtico canalla enfundado en cuero, cual personaje de Piratas del Caribe (como bien cita la autora), me superó por completo. Reconocedlo chicxs, ¿a quién no le gusta un buen pirata? Le añadí a mi lista de crushes literarios, porque, vamos a ver, ¿hola?
Cierto es que April me genera muchísima pereza, pero Caitlin… Esa niña se merece su propio libro. Y lo dice alguien que no le gusta la intervención infantil en las novelas juveniles, porque siempre tienden a estar cortadas del mismo patrón, pero no es el caso.
Me vais a disculpar, pero tengo que pararme brevemente a hablar sobre el mejor personaje que tiene esta saga. Sí amigxs, me refiero al dios griego, rubio, musculoso, deportista, que lleva un kilt por bandera: Mitch Malone.
“Mitch Malone se encontraba en el punto más alto de la colina en medio de la calle, iluminado desde atrás por el sol de la mañana. Conociéndolo, seguro que había consultado el almanaque de los granjes a fin de saber en qué lugar colocarse para que el sol fuera un halo en su cabeza que le diese aspecto de dios dorado”.
Jen DeLuca
Es notorio cuánto cariño le tiene DeLuca a su Thor, porque está, literalmente, metido en todos los fregados habidos y por haber. Es divertido, está bueno, lleva falda, es afable, cariñoso, buen amigo… Mrs. DeLuca, ha creado usted AL HOMBRE PERFECTO.
“Era impresionante que Mitch fuera capaz de coquetear a través de una tercera persona. ¡Qué sinvergüenza!”.
Jen DeLuca
Hablemos ahora del tema que más desconcertada me tiene, el rollo enemies-to lovers. Es mi trama favorita de todos los tiempos, pero ésta ha sido construida de una forma un tanto extraña. En ocasiones, no tiene mucho sentido, se podían haber utilizado razones justificadas más claras a la hora de tratar el por qué Simon odia a Emily. A mí se me hizo un tanto, raro, un tanto demasiado odio y poco salseo del que nos gusta.
No recuerdo bien dónde lo leí, pero la frase “el libro sobre una feria medieval que no sabías que necesitabas”, define perfectamente la novela. Se nota que DeLuca conoce su terreno, al haber sido voluntaria en la feria medieval Lady of the Lakes (a la que todavía hoy sigue acudiendo) (https://www.lakerenfaire.com/), sabe cómo se organiza una feria medieval con todo lujo de detalles. Sus dotes de decoradora de obras de teatro también la han ayudado mucho a la hora de describirla y explicarla.
Con deciros, que no había acabado de leerme el libro, cuando encargué el siguiente, os lo digo todo. Un nuevo comienzo es una novela con la que los lectorxs pueden identificarse fácilmente, un estreno perfecto para una escritora en potencia, a la cual le espera, sin lugar a dudas, una exitosa carrera literaria.
PUNTUACIÓN